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La alarmante verdad sobre los protectores solares

La medicina convencional MENOSPRECIA el sol.

Si va a pasar el día en la playa o en la piscina, se supone que debe untarse con grandes cantidades de protector solar.

Y dado que no dura todo el día, hacen hincapié en volver a aplicar esos productos químicos con frecuencia. (Así es, dije químicos … ¡porque eso es lo que realmente son todos los protectores solares actualmente!)

Solo hay una cosa que la medicina convencional no tuvo en cuenta hasta AHORA…

Siempre se pensó que los productos químicos de protección solar permanecen en la piel, donde evitan que los rayos del sol le quemen.

Eso es lo que los fabricantes de protectores solares han estado diciendo durante décadas.

Pero un alarmante estudio pone de manifiesto un escenario bastante diferente y PELIGROSO…

¿A dónde va el protector solar?

Los investigadores analizaron cuatro de las moléculas de filtro solar más comunes en el mercado: dos aerosoles de protección solar, una crema y una loción. Los participantes debían usarlos como lo harían habitualmente.

En pocas horas, las concentraciones sanguíneas de los químicos se dispararon como un COHETE, ¡mucho más de lo que se considera seguro!

Aún más alarmante: en todos los casos, excepto en uno, los químicos dañinos permanecieron en el torrente sanguíneo de los participantes DÍAS después de su uso. (En los usuarios de protector solar en crema sus concentraciones químicas disminuyeron antes).

En otras palabras, esos químicos no solo se depositan en la superficie de la piel, sino que se absorben después de la aplicación en cuestión de horas.

Lo que estos químicos causan a nuestros tejidos internos es un misterio y requerirá de más investigación. ¡Pero puede usted apostar a que no es NADA BUENO!

Solo piense en cuestiones como el efecto de la exposición a largo plazo.

La conclusión es esta: aunque sabemos que el sol puede causar cáncer de piel, no sabemos casi nada sobre los beneficios y riesgos del uso de productos químicos de protección solar.

Todo esto plantea la pregunta: ¿es el protector solar peor que la exposición al sol?

La verdad es que la información es muy contradictoria con respecto al riesgo de exposición al sol y el desarrollo de cáncer de piel; algunos estudios vinculan ambos y otros no.

En realidad, el único consenso es este: el riesgo de melanoma está ligado a que su piel se QUEME, más que a la EXPOSICIÓN al sol.

Para mí, la respuesta es clara… el sol es uno de sus mejores aliados.

Verá, la luz solar y la vitamina D son tan importantes que tanto usar protector solar como evitar la luz del sol podría ser enormemente peligroso. Tan peligroso como, por ejemplo, fumar o tomar azúcar.

Y si usted sigue algunas reglas básicas, la exposición al sol le permitirá:

  • ESTIMULAR su sistema inmunitario.
  • DISMINUIR su presión arterial.
  • REDUCIR SU RIESGO de diabetes tipo 2.

E, irónicamente, ¡PREVENIR el cáncer de piel!

La clave es no quemarse

Si empieza a quemarse al sol, esa es la señal indudable de que su cuerpo ha tomado tanta vitamina D como necesita. Cualquier exposición adicional no tiene ningún beneficio en absoluto.

Así pues, lo primero que debe hacer es tomar un poco de sol, pero atento; cuando empiece a sonrosarse, es hora de retirarse.

Además, la Madre Naturaleza ya tiene su propio protector solar natural, un protector solar interno. No es necesario cargar botellas de potingues semilíquidos que pringan todo.

Este protector solar interno se llama astaxantina. Es un carotenoide que es responsable del color rosado brillante de los flamencos.

En una investigación, los participantes que tomaron 4 mg de astaxantina durante varios meses pudieron prevenir el daño de los rayos UV hasta un cierto punto.

La idea es que este nutriente se acumule en las capas internas de la piel, lo que permite que sus potentes propiedades antioxidantes combatan el daño de los radicales libres que puede provocar la exposición al sol.

Agregue astaxantina a su dieta comiendo más mariscos, incluido el salmón (especialmente el tipo de salmón de color más rojo), camarones, langosta y trucha. Asegúrese de elegir variedades salvajes en lugar de variedades criadas en piscifactorías, que pueden incluir colores artificiales.

También puede obtener astaxantina en forma de complemento (generalmente se encuentra en aquellos formulados para la vista).

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