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¡HORROR! Esta prueba médica habitual sobrealimenta las células cancerosas

No siempre hay que hacer todo lo que diga el médico.

Y especialmente hay que tenerlo en cuenta en lo que respecta a los TAC (tomografía axial computerizada).

En e-Tips de Salud ya he hablado en alguna ocasión de los peligros de los TAC. Ahora una nueva investigación demuestra que la AMENAZA para la salud sigue siendo la misma.

Estas pruebas “fríen” su organismo con docenas de veces más radiación que una simple radiografía, por lo que más vale que se asegure bien de que realmente las necesita.

En caso de que efectivamente en su caso concreto sí sea necesaria, voy a decirle exactamente qué hacer para minimizar el riesgo.

 Los peligros del TAC 

Las radiografías, los TAC y las RM (resonancia magnética) son pruebas diagnósticas que permiten a los médicos ver a través del cuerpo.

Esto por supuesto es indiscutible que tiene muchas ventajas. Facilita mucho el trabajo de los médicos y da lugar a un diagnóstico más rápido y más exacto.

Pero el problema reside en el mismo lugar que la ventaja: facilitan mucho el trabajo del médico.

Verá, muchos TAC pueden EVITARSE simplemente con una exploración clínica más exhaustiva.

Por ejemplo, en un estudio revelador se demostró que NO existe diferencia en el número de personas que necesitan una revascularización quirúrgica o que sufren complicaciones cardíacas se hayan sometido a un TAC o no.

Es más, las nuevas investigaciones demuestran que pese a su bajo nivel de radiación, los TAC puede provocar mutaciones genéticas y ACTIVAR las células cancerígenas, que son células del organismo que pueden convertirse en cancerosas, pero que aún no lo son. Los TAC les proporcionan la capacidad de vencer a las células sanas y empezar a fabricar en masa células cancerosas.

Tras este estudio, los investigadores recomendaron a los médicos convencionales que evaluasen muy bien el perfil riesgo-beneficio de los TAC, y la ciencia es demasiado convincente para ignorarla.

Los investigadores también hallaron un modo de protegerse frente este efecto. Se trata de algo que debe tener en cuenta si alguna vez necesita realmente someterse a un TAC.

Haga esto antes del próximo TAC

Estos mismos científicos advirtieron algo sorprendente cuando administraron un antioxidante a los ratones antes de exponerlos a la radiación, que contribuyó a salvar las células y evitó que posibles células cancerosas se rebelaran y tomaran el control.

Todo lo que hay que hacer es tomar antes un antioxidante que se puede encontrar casi en todas partes.

Se llama NAC (N-acetilcisteína). Ya he hablado de él muchas veces como vehículo para matar de hambre a las células cancerosas y contribuir a eliminar los tumores.

El equipo que investigó los riesgos de los TAC descubrió que al administrar NAC a los ratones antes de recibir radiación en dosis bajas pudieron proporcionar a las células sanas el poder necesario para acabar con las células cancerígenas.

Así que no olvide qué hacer antes de someterse a un TAC. Es sencillísimo.

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