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¿Toma antibióticos? Precaución

Probablemente ya conozca los numerosos problemas relacionados con el uso excesivo de antibióticos. De hecho, no es la primera vez que hablo de ello aquí.

Estos medicamentos vitales para infecciones graves están perdiendo su eficacia contra las bacterias debido al uso indebido y generalizado.

Sin embargo, en ciertas situaciones, como neumonía o brotes de infecciones urinarias, no podemos negar que los antibióticos siguen siendo tratamientos indispensables que salvan vidas.

¿Cómo lograr entonces el equilibrio adecuado?

Nuevos datos europeos ofrecen la esperanza de que limitar la prescripción de antibióticos y tomarlos solo cuando sea apropiado puede reducir gradualmente las tasas de resistencia, garantizando al mismo tiempo el acceso a quienes realmente los necesitan.

Seguimiento del panorama

La resistencia a los antimicrobianos sigue siendo un problema sanitario acuciante, tanto en Europa como en el resto del mundo. Las superbacterias resistentes causan más de 35.000 muertes al año en toda Europa y suponen un enorme coste asociado para los sistemas sanitarios.

Reconociendo la necesidad de una gestión juiciosa de los antibióticos, los países europeos han monitoreado en los últimos años los niveles de consumo de antibióticos tanto en humanos como en animales, junto con los patrones de resistencia.

Y, tal y como ha comprobado un estudio llevado a cabo por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y la Agencia Europea de Medicamentos, el uso de antibióticos de manera más selectiva revirtió la resistencia, incluso en infecciones por Escherichia coli muy problemáticas.

Entre 2014 y 2021, la reducción del uso de fármacos, como las quinolonas, en el ganado revirtió las tendencias de resistencia veterinaria. En general, el uso de antibióticos en humanos se mantuvo bastante estable en muchos países europeos que no imponían límites estrictos al acceso.

Atención adecuada, momento adecuado, paciente adecuado

Estos resultados también refuerzan la idea de que restringir ampliamente el acceso a los antibióticos a menudo puede empeorar la atención al no prescribirlos cuando son realmente necesarios.

Pero reducir el uso innecesario en humanos y al mismo tiempo reducir el uso excesivo en animales puede hacer que las bacterias vuelvan a responder a los antibióticos.

Debemos alentar a los médicos a que administren antibióticos de forma selectiva a quienes tienen una necesidad confirmada, en lugar de recetarlos de forma generalizada ante los primeros signos, por ejemplo, de dolor de garganta, antes de realizar un hisopado para descartar una infección.

¿Y qué significa esto para usted?

En primer lugar, no exija antibióticos ante los primeros síntomas de la enfermedad antes de determinar si hay una infección. Las enfermedades virales, como el resfriado y la gripe, no se pueden tratar con antibióticos. Espere los resultados de las pruebas de laboratorio que confirmen una infección bacteriana antes de tomar antibióticos.

Pero si las pruebas muestran un invasor bacteriano, siga con el tratamiento completo según las indicaciones de su médico.

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