¿Reducir la presión arterial en dos minutos?
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Un día parece que está ganando la batalla a las enfermedades cardíacas, con buenos resultados en las pruebas que le hace su médico y logrando todos los objetivos…
Pero al día siguiente, sin haber cambiado nada, su médico le dice que su presión arterial es demasiado alta.
¡Qué lío! Los niveles de presión arterial “normales” son como objetivos en movimiento, tan pronto como los alcanza, la corriente médica principal médica baja el valor límite y vuelven a quedar lejos.
Y si se pasa de la raya, pronto estará bajo el efecto de fármacos peligrosos para reducir sus cifras.
Pero independientemente del último logro del día, hay una forma muy sencilla de ayudar a mantener su presión arterial saludable sin tomar ninguna pastilla.
Solo le va a llevar un par de minutos al día, y es algo que debería estar haciendo de todos modos. Pero la verdad es que la mayoría de la gente NO LO HACE.
Obstruir las encías
¿Se cepilla los dientes dos veces al día? Sabe que debería hacerlo, y con suerte lo hará. Después de todo, ¿quién quiere que los restos del almuerzo se queden pegados a sus dientes?
¿Y qué pasa con el hilo dental? Una rutina regular de cepillado y uso de hilo dental elimina la placa y las bacterias que causan mal aliento, caries, pérdida de dientes y enfermedad de las encías.
No hacerlo puede tener consecuencias aún PEORES: puede aumentar la presión arterial y otros riesgos cardiovasculares peligrosos, abriendo así la puerta a enfermedades cardíacas, ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares.
Verá, numerosos estudios han confirmado el vínculo entre la enfermedad grave de las encías, conocida como periodontitis, y la salud cardiovascular.
Por ejemplo, un estudio reciente involucró a 500 adultos sin patologías de salud crónicas (bueno, excepto por el hecho de que la mitad tenía periodontitis). Y la salud de las ENCÍAS de los sujetos marcó una diferencia significativa en su riesgo cardiovascular.
De hecho, la periodontitis DUPLICÓ el riesgo de hipertensión de esas personas, y provocó que su presión arterial sistólica (la cifra más alta) aumentara en casi cuatro puntos de media.
Además, la enfermedad de las encías condujo a otros riesgos cardiovasculares clave, incluidos niveles más altos de colesterol LDL (“el malo”) y más bajos de HDL (“el bueno”) y niveles más altos de azúcar en sangre.
¿Por qué? Bueno, los investigadores apuntan a la inflamación como el posible culpable.
Las encías sanas son como una barrera que evita que las bacterias periodontales que causan la inflamación se propaguen desde la boca… a OTRAS partes del cuerpo.
La inflamación crónica puede viajar desde las encías hasta el torrente sanguíneo, desencadenando respuestas inflamatorias EN TODO el cuerpo, incluso dentro de las arterias.
El daño resultante puede hacer que la presión arterial se eleve, junto con otros riesgos peligrosos para su corazón.
Encías más sanas, una vida más saludable
Amigo mío, la enfermedad de las encías no solo afecta a la salud del corazón. También se ha relacionado con más de 120 afecciones, como diabetes, cáncer, enfermedad renal, asma, osteoporosis y alzhéimer.
Pero usted puede reducir su riesgo de una forma tan sencilla como cuidando sus dientes y encías.
Eso comienza cepillándose los dientes dos veces al día, durante dos minutos. Es la única forma de eliminar la placa y las bacterias que pueden arruinar su salud.
Le recomiendo usar una pasta dental sin flúor que contenga xilitol, que ayuda a destruir las bacterias. Añada un enjuague de xilitol para una protección adicional.
Y adquiera el hábito de usar hilo dental a diario, entre cada diente y llegando hasta la línea de las encías. Y no se olvide de las limpiezas y revisiones dentales periódicas.
Y si nota CUALQUIER signo de enfermedad grave de las encías, como encías dolorosas, hinchadas o sangrantes, consulte a su dentista de inmediato.