Mayores: restaurar sin esfuerzo la fuerza muscular
Hay MUCHOS estereotipos sobre el envejecimiento. Y, francamente, no suelen ser lo que la mayoría de la gente consideraría halagadores.
Por lo tanto, tiene sentido que las personas que comienzan a perder fuerza a medida que envejecen a menudo no lo admitan; después de todo, nadie quiere ser visto como “viejo y frágil”.
Pero si sus músculos realmente SE ESTÁN debilitando, ignorar el problema puede provocar una MAYOR debilidad, un deterioro físico MÁS AGUDO y FRAGILIDAD, además de una MUERTE TEMPRANA.
Afortunadamente, una nueva investigación revela una forma sencilla de ayudar a restaurar la fuerza y la energía muscular, ayudándole así a mantenerse fuerte y saludable mucho más tiempo.
Energía de dentro hacia afuera
Las bayas son algunos de los alimentos más sabrosos y saludables de la naturaleza. Están repletos de nutrientes que brindan una amplia variedad de beneficios.
Las bayas son ricas en unos compuestos llamados elagitaninos. Cuando come bayas, el ácido del estómago descompone los elagitaninos en ácido elágico.
Luego, las bacterias intestinales toman el control y convierten el ácido elágico en un compuesto llamado urolitina A, y ahí es cuando realmente sucede la magia.
Verá, la urolitina A desencadena la MITOFAGIA, un proceso que revitaliza las células envejecidas, al reemplazar sus mitocondrias desgastadas por otras NUEVAS. (Las mitocondrias son esencialmente las baterías dentro de las células).
Bueno, al menos eso es lo que SE SUPONE que sucederá. Porque a medida que envejeces, también lo hacen sus bacterias intestinales. Y a veces, ya no están a la altura de la tarea de convertir el ácido elágico en urolitina A.
Eso deja a las células, especialmente a las células musculares, sin la energía que necesitan.
Pero según demostró un nuevo estudio publicado en Cell Reports Medicine, adultos de mediana edad con sobrepeso que tomaron suplementos de urolitina A vieron una GRAN diferencia en su fuerza y energía.
Los sujetos recibieron cada día o bien un placebo o bien 500 mg o bien 1.000 mg de urolitina A. Después de cuatro meses, los dos grupos de participantes que tomaron el suplemento de urolitina A experimentaron un aumento significativo en la fuerza muscular: un 12 y un 10%, respectivamente.
La dosis más alta también permitió que aumentó las distancias que eran capaces de recorrer a pie y en bicicleta los sujetos.
Además, la urolitina A redujo los niveles de proteína C reactiva (PCR), un marcador clave de la inflamación que está detrás del envejecimiento y de casi TODAS las enfermedades importantes.
¡Bienvenidas de nuevo bayas!
Si está ansioso por recuperar el empuje que le falta, comience AUMENTANDO sus niveles de elagitaninos comiendo bayas y otros alimentos que los contengan.
Algunas opciones buenas y sabrosas incluyen granadas, frambuesas, moras, arándanos, nueces y almendras.
Pero para asegurarse de obtener las cantidades adecuadas, le recomiendo ir directo al grano tomando un suplemento de urolitina A, en cualquiera de las dosis utilizadas en el estudio.
Y como siempre le digo, hable con su médico al respecto.