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Váyase a la cama a esta hora para tener más energía.

¿Le cuesta llegar al final del día?

¿Le supera la energía de sus nietos?

¿Depende de la cafeína para sobrellevar el día?

Si sus niveles de energía parecen estar bajo mínimos, la respuesta a sus problemas puede ser más sencilla de lo que cree.

Pruebe a cambiar una sola cosa, y podría notar un cambio inmediato

El tiempo lo es todo

El cuerpo tiene un reloj interno. Pero, por desgracia, no se sincroniza igual que su teléfono móvil.

En teoría, el sol es el encargado de dictar el ritmo circadiano del cuerpo. Sin embargo, la llegada de la bombilla ha hecho que se desajuste. 

Si le cuesta dormir, se siente aturdido por las mañanas o su estado de ánimo está por los suelos, es muy probable que su reloj biológico esté averiado.

Un reloj roto le hace más propenso a padecer:

  • Enfermedades cardiovasculares.
  • Cáncer.
  • Diabetes.
  • ¡Y muchas otras cosas!

Lo bueno es que volver a poner su reloj en hora es bastante sencillo. Esto es lo que debe hacer:

  1. Tome el sol y haga suficiente ejercicio.
  2. Limite las luces por la noche.
  3. Mantenga un horario de sueño constante.
  4. Y, aunque parezca ilógico, levántese 2-3 horas antes de lo que acostumbra.

En conjunto, estos pasos harán que le entre sueño más temprano y le ayudarán a descansar mejor durante la noche.

Apagar las luces por la noche garantiza la producción de melatonina, la hormona del sueño, mientras que dejar las luces encendidas impide que su cuerpo la produzca. Puede ser una de las principales razones por las que le cuesta dormir.

La clave, sin embargo, está en adelantar 2 ó 3 horas la hora a la que se va a dormir.

Es decir, si normalmente duerme desde medianoche hasta las 8:00 h., debería intentar irse a la cama a las 21:00 ó las 22:00 h. y levantarse entre las 5:00 y las 7:00. 

Detrás de esto se encuentra un reciente estudio que puso de manifiesto que este cambio puede tener un gran impacto en su capacidad de conciliar el sueño y de levantarse sintiéndose renovado y lleno de energía.

No tendrá que cambiar el número de horas que duerme, sino que bastará con cambiar la hora a la que se va a dormir.

Aunque realizar estos cambios no será coser y cantar, ya que puede llevarle hasta tres semanas cambiar completamente sus hábitos de sueño y ver los beneficios.

Pero esos beneficios serán innegables. 

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