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[AVISO] Un antibacteriano de uso común puede romperle los huesos

Por si la pandemia de superbacterias no fuera suficiente, una de sus principales causas vuelve a ser motivo de alarma.

Se supone que los desinfectantes antibacterianos para manos eliminan los gérmenes cómodamente sobre la marcha, sin necesidad de agua y jabón.

Naturalmente, el problema es que las bacterias que estos desinfectantes de manos tenían que destruir han acabado evolucionando… y se han hecho aún más peligrosas. 

Tanto que, de hecho, la FDA (la agencia del gobierno de Estados Unidos responsable de la regulación de los medicamentos) ha prohibido el triclosán, la sustancia responsable de todo el lío.

Pero el peligro no ha desaparecido.

Ahora se sabe que esta sustancia química se “come” los huesos. 

Y, lo que es peor, está en muchos más productos de los que pueda pensar. 

Hoy voy a enseñarle qué tiene que evitar exactamente. Además de tres pasos sencillos para el caso probable de que ya haya estado expuesto a ella.

El antibacteriano que se “come” los huesos

El triclosán es un disruptor endocrino. Eso significa que es especialmente problemático para las mujeres, ya que interfiere con los estrógenos. En las mujeres, el estrógeno es fundamental para la reconstrucción de los huesos. 

Así que la sorpresa no fue absoluta cuando científicos del National Health and Nutrition Examination Survey analizaron los datos de 1.848 mujeres y descubrieron que su nivel de densidad ósea era gravemente deficiente.

De hecho, cuanto mayores eran los niveles de triclosán en la orina, menor era la densidad ósea.

Es más, ¡la exposición a esta sustancia puede afectarle años después del contacto!

Así que esto es lo que tiene que hacer para protegerse.

En primer lugar, manténgase en guardia. Aunque el triclosán está presente en los desinfectantes de manos y otros productos de cuidado personal, sigue estando oculto en muchos artículos de uso diario. 

El EGW (Grupo de Trabajo Medioambiental, por sus siglas en inglés, una organización no gubernamental con sede en Washington) lleva una lista bastante actualizada de los productos de cuidado personal (pasta de dientes, cremas de piel, jabón, etc.) que contienen triclosán, pero no es totalmente completa.

Puede fiarse de ella, pero tenga en cuenta que no incluye absolutamente todos los productos que contienen triclosán.

Lo mejor que puede hacer es no comprar productos que anuncien propiedades antibacterianas, como:

  • Ropa (especialmente calcetines).
  • Suministros de oficina.
  • Crema de afeitar.
  • Utensilios de cocina.
  • Etc.

Lo más probable, desde luego, es que ya haya estado expuesto al triclosán. 

Para ayudarle a paliar sus efectos -especialmente en el caso de las personas más mayores y las mujeres, que ya tienen riesgo de disminución de la masa ósea por osteopenia- puede dar los siguientes pasos desde ahora mismo:

  • Si ha estado tomando un complemento de calcio o su suplemento multivitamínico contiene una buena dosis de calcio,ya ha dado un gran primer paso.
  • Puede mejorarlo todavía más añadiendo vitamina D3, que ayudará a su cuerpo a absorber más calcio. De esta forma, puede tener la seguridad de que aprovechará sus complementos nutricionales al máximo. 
  • Además, tome vitamina K2 para dirigir el calcio allí donde más lo necesita: ¡sus huesos!

Esta combinación de vitaminas D3, K2 y calcio puede aumentar su densidad ósea, pero asegúrese también de prescindir de cualquier producto que contenga triclosán y compruebe que no está presente en los productos que compre.

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