La astuta estrategia del cáncer y cómo vencerla
El cáncer es más listo de lo que cree.
Y en un convincente estudio publicado en Cancer Cell se ha descubierto el sorprendente modo en que actúa, similar a un parásito: invasivo y con PENSAMIENTO PROPIO.
Siga leyendo. Porque esta nueva mirada a la letal enfermedad nos proporciona otro modo de detenerla.
[ESPELUZNANTE] De qué forma el cáncer se comporta como un parásito
El cáncer resulta fascinante (si se deja a un lado el hecho de que es una enfermedad cruel y letal).
En el estudio, llevado a cabo por la Universidad de Colorado (Estados Unidos), se describe cómo las células cancerosas alteran la capacidad del organismo para metabolizar la glucosa (el azúcar) y crear más fuentes de energía, lo que contribuye al crecimiento de los tumores.
Una de las estrategias más astutas del cáncer implica alterar las bacterias del intestino (la microbiota) para mantener bajos los niveles de azúcar en sangre.
De verdad que impresiona.
Esto lo hemos sabido desde hace tiempo: existe una relación entre el aumento de grasa corporal, la diabetes y el cáncer, y el riesgo de cáncer se multiplica por dos en diabéticos y obesos.
Así que los investigadores del estudio se formularon la siguiente pregunta: “¿Y si es el cáncer el que altera el azúcar en sangre y eso produce obesidad y diabetes?”
Verá, para crecer, las células cancerosas necesitan una fuente permanente de azúcar (y para que un tumor crezca de forma agresiva necesita un montón de azúcar).
De hecho, los investigadores descubrieron que las células de la leucemia podían crear en el organismo condiciones propias de la diabetes, es decir, mayor resistencia a la acción de la insulina, con lo que la glucosa no puede entrar en la célula, permaneciendo en sangre muy por encima de los valores normales.
Dicho de otro modo, el cáncer literalmente ROBA la glucosa de las células normales para estimular su propia proliferación.
El primer mecanismo identificado por los investigadores es que las células cancerosas inducen a las células grasas a producir en exceso una proteína llamada IGFBP1 (factor de crecimiento similar a la insulina ligado a proteínas).
La proteína IGFBP1 aumenta la sensibilidad a la insulina de las células grasas, de manera que consumen menos glucosa y así las células cancerosas tienen más a su disposición.
Las células cancerosas también alteran la producción de insulina de manera que haya menos.
Pero el MAYOR cambio que las células cancerosas lograron provocar tuvo que ver con el microbioma del intestino, donde redujeron el número de bacterias que producen menos ácidos grasos de lo debido.
Se sabe que estos ácidos grasos producidos por el microbioma resultan fundamentales para una buena salud en general.
El cáncer también es capaz de modular la actividad de las incretinas, unas hormonas digestivas sensibles a la ingesta de alimentos y que informan al páncreas para estimular la producción de insulina y así evitar picos bruscos de hiperglucemia tras las comidas.
La combinación de estos mecanismos demuestra que el cáncer puede ALTERAR el modo en que nuestro organismo metaboliza la energía.
Un factor esencial que usted debería tener en cuenta sobre todos estos mecanismos del cáncer es que todos dependen del azúcar.
Así, pues, seguir una dieta baja en azúcar es una gran estrategia para protegerse contra el “parásito del cáncer”.