La luz nocturna DAÑA al corazón
Los problemas cardíacos se han vuelto mucho más frecuentes en los últimos años.
¿Por qué?
Se podría argumentar que son las malas elecciones de estilo de vida… la obesidad… la falta de ejercicio… o incluso el resultado de otros factores relacionados con la salud.
Pero según una nueva investigación, parece que hay además otra causa. Algo que nunca imaginaría: la exposición a la luz nocturna.
Afortunadamente, esto puede cambiar HOY.
Siga leyendo: arrojaré algo de luz sobre este nuevo factor de riesgo y luego le contaré formas para evitarlo.
¿Es esta la causa secreta de los problemas cardíacos?
Hace ya algún tiempo hablé de cómo durante la noche la exposición a la luz exterior aumentaba el riesgo de cáncer de mama.
Y hoy vamos a hablar de cómo la exposición a la luz podría dañar su corazón.
El estudio comparó los efectos de la exposición a una luz moderada frente a una tenue durante el sueño.
Después de solo una noche, los investigadores descubrieron que la luz moderada hacía que los participantes entraran en estado de alerta máxima. Su ritmo cardíaco aumentaba, así como la fuerza con la que se contraían sus corazones.
Sin mencionar que la resistencia a la insulina, una condición relacionada con la diabetes, aumentó a la mañana siguiente de que los participantes durmieran en una habitación iluminada.
Estos hallazgos son importantes porque el 40% de las personas duermen con el televisor puesto o una lámpara de noche encendida.
Si este es su caso, aquí hay tres pasos que debe seguir para minimizar su exposición a la luz durante el sueño:
1. No encienda las luces. Si tiene que levantarse a orinar en medio de la noche, no encienda la luz. Pero si necesita hacerlo por seguridad, utilice una luz tenue.
2. Use cortinas opacas. La instalación de cortinas opacas (como las de los hoteles), bajar bien la persiana o el uso de una máscara para cubrir sus ojos le ayudará a atenuar esa luz procedente del exterior que no puede controlar.
3. Elija el color de luz adecuado. Si necesita tener una luz encendida, que sea roja o naranja, ya que estos colores resultan menos estimulantes para el cerebro.