Si sufre dolor… ¿debería preocuparse por el alzhéimer?
(¡Impactante!)
A medida que envejece, su salud puede empezar a caer como las fichas de dominó…
Tiene UNA patología… y una le lleva a otra.
Si tuviera diabetes, lógicamente le preocuparía la posibilidad de quedarse ciego.
Si tiene acidez estomacal crónica, el temor a que el cáncer de esófago esté a la vuelta de la esquina sin duda está ahí.
Pero hoy voy a hablarle de una extraña pareja que probablemente NUNCA pensó en conectar: dolor crónico y… ¡alzhéimer!
¿Qué tiene que ver el dolor con la pérdida de memoria?
Bueno, pues parece que MUCHO, y la conexión es más aterradora de lo que piensa.
El eslabón perdido
Como sabrá, un signo revelador del alzhéimer es la acumulación de placas de beta amiloide y marañas de proteína tau en el cerebro.
La corriente dominante cree obstinadamente que esa es la CAUSA de esta enfermedad que roba la memoria, y sigue gastando miles de millones de dólares en el desarrollo de medicamentos “milagrosos” para “arreglarla”.
Desafortunadamente -pero NO sorprendentemente- ese enfoque no ha funcionado bien.
Mientras tanto, los médicos funcionales (el objetivo de la medicina funcional es identificar y filiar el origen y las causas de una patología) y algunos científicos perspicaces, consideran que esas proteínas aglutinantes son un SÍNTOMA del alzhéimer, no la causa. Después de todo, TAMBIÉN se ven en los cerebros de personas mayores sin la enfermedad.
Entonces algo MÁS debe ser el desencadenante, algo que TAMBIÉN es el vínculo entre el alzhéimer y el dolor crónico.
¿Qué es? La INFLAMACIÓN.
Verá, la inflamación es la culpable de muchas enfermedades y patologías de salud graves, incluido el dolor crónico, y sí, incluso el alzhéimer.
Pero un estudio innovador llevado a cabo por la universidad Pittsburgh School of Medicine (Estados Unidos) y publicado en Nature Medicine tuvo como objetivo descubrir cómo la inflamación puede activar el interruptor de la enfermedad.
Los investigadores se centraron en las células microgliales, que son células inmunitarias en el cerebro que desempeñan un papel fundamental en la eliminación de infecciones, neuronas dañadas y otros desechos no deseados.
Activaron la microglía, lo que provocó neuroinflamación (inflamación del cerebro).
Y descubrieron que cuando las placas de amiloide y las marañas u ovillos de tau estaban presentes en el cerebro, la suma de la inflamación DESENCADENÓ la progresión a la demencia y el alzhéimer.
¿Cómo ocurrió? Al hacer que las proteínas tau se multipliquen, se propaguen y bloqueen la conexión entre las neuronas.
Ahora bien, los investigadores creen que la inflamación por sí sola no causa deterioro cognitivo. Pero cuando las proteínas tóxicas también están presentes en el cerebro, la inflamación hace que la proteína tau se propague.
Como concluyeron los investigadores principales, “la coexistencia de estos tres procesos en el cerebro (amiloide, neuroinflamación y patología tau) determina el deterioro cognitivo”.
Reduciendo el desencadenante
Amigo mío, la inflamación apenas recibe atención de la corriente médica convencional, excepto cuando intentan venderle un medicamento.
Pero usted puede luchar contra la inflamación, sin medicamentos. Como beneficio adicional, podría ayudarle a proteger su cerebro Y reducir el dolor.
Comience por comer alimentos antiinflamatorios como nueces y verduras de hoja verde, que ayudan a reducir la inflamación. Lo mismo ocurre con los pescados grasos, como el salmón, las sardinas y la caballa, que aumentan los niveles de omega-3 que protegen el cerebro y reducen el dolor.