Cómo los rayos de luz ayudan al azúcar en sangre
Si sufre diabetes, controlar de cerca la nutrición y los medicamentos no parece una cuestión negociable.
Saltarse un paseo o transgredir un poco en el postre supone pagar consecuencias a través de la inestabilidad del azúcar en sangre.
Pero ¿qué pasaría si pudiera transmitir ayuda adicional directamente a su cuerpo, sin necesidad de agujas, pastillas ni pautas de estilo de vida?
Quizá sea posible…
Arrojando luz infrarroja sobre el azúcar en sangre
Normalmente asociamos tanto la radiación ultravioleta como el calentamiento infrarrojo con el espectro electromagnético más amplio de la luz.
Sin embargo, las longitudes de onda del rojo lejano que se sitúan en el rango apenas visible de 670 nanómetros también tienen potencial terapéutico.
Si bien aún está en fase de investigación, una investigación piloto en voluntarios sanos demuestra que la exposición breve a la luz roja antes de las comidas tiene la capacidad excepcional de reducir los picos posteriores de azúcar en la sangre. Al mejorar la actividad de las mitocondrias, los rayos de luz roja aumentan la capacidad del cuerpo para convertir eficientemente los alimentos en combustible.
En el ensayo, llevado a cabo por la Universidad de Londres y la UCL (University College London) se comprobó que sentarse bajo rayos LED de color rojo intenso durante solo 15 minutos provocó picos de glucosa después de las comidas más bajos en comparación con las personas del grupo de control que no habían sido expuestas a la luz.
Si se mantienen y replican estos resultados en personas diabéticas, sesiones tan sencillas como esta podrían reducir las necesidades de medicación con el tiempo.
Contrarrestar los déficits energéticos a través de la luz
¿Por qué la luz roja es especialmente prometedora, especialmente para aquellos que luchan contra el azúcar en sangre?
Bueno, la diabetes y la glucosa crónicamente alta parecen estar relacionadas con una disfunción mitocondrial subyacente. Estos pequeños orgánulos generan energía para que nuestras células y órganos sigan prosperando. Pero el exceso de glucosa desorganiza la respiración celular fluida.
A medida que la maquinaria oxidante de la glucosa se vuelve defectuosa, el exceso de azúcar que flota en el torrente sanguíneo también se agarra y se adhiere a los tejidos. Luego, la progresión de la enfermedad empeora en un círculo vicioso.
Impulsar la actividad mitocondrial parece entonces clave para revertir la tendencia. En este caso, la terapia con luz roja demuestra claras ventajas sobre el ejercicio o la medicación.
Después de años de producción reducida de energía, sentarse y sumergirse pasivamente en los beneficiosos rayos de luz roja es fácil y requiere un esfuerzo mínimo.
Accediendo a los rayos de vitalidad vital
Si bien aún son preliminares, estudios piloto como éste alientan una mirada más cercana al potencial de la luz para combatir la diabetes y otras enfermedades relacionadas con la inflamación. Al carecer de efectos adversos, los dispositivos de luz roja e infrarroja plantean pocos inconvenientes a la hora de experimentar bajo orientación médica.
Hable con su médico o profesional de salud natural para saber si la terapia con luz roja puede ser esperanzadora para usted. Dado que el enfoque sigue estando en fase de investigación, la orientación profesional ayuda a realizar una experimentación segura.
Mientras tanto, muchos otros ajustes en el estilo de vida respaldados por la evidencia, como el ayuno intermitente, los suplementos de berberina o una mayor reducción de carbohidratos, también le permiten controlar el azúcar en la sangre sin depender únicamente de los medicamentos. Cada pequeño cambio contribuye a reequilibrar el metabolismo a largo plazo.