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Coma así para dormir mejor

A estas alturas todos sabemos que una dieta equilibrada y ejercicio regular son esenciales para mantener una buena salud.

Pero, ¿alguna vez ha considerado cómo sus elecciones de alimentos podrían afectar la calidad y cantidad de su SUEÑO?

Un nuevo e innovador estudio de la Universidad de Helsinki, el Instituto Nacional de Salud y Bienestar de Finlandia y la Universidad de Ciencias Aplicadas de Turku ha arrojado luz sobre la fascinante conexión entre la dieta y la duración del sueño.

Y los hallazgos podrían inspirarle a hacer cambios en su plato en su próxima comida.

La conexión entre el sueño y la dieta

El equipo de investigación examinó datos del Estudio Nacional FinHealth 2017, que incluyó respuestas detalladas de 5.043 adultos sobre su ingesta diaria habitual de alimentos, cronotipos (preferencias de horarios de sueño) y duración típica del sueño.

Lo que encontraron fue intrigante: los participantes que dormían las 7-9 horas recomendadas por noche (llamados «personas que duermen normalmente») tuvieron una mayor ingesta de frutas y verduras en todos los subgrupos en comparación con los que dormían poco (menos de 7 horas) y con las personas que dormían mucho (más de 9 horas).

Pero no era solo la cantidad total de productos lo que importaba, sino que más bien los tipos específicos de frutas y verduras parecían tener un efecto más pronunciado en el sueño.

Las personas que dormían normalmente consumían significativamente más verduras de hojas verdes, tubérculos y hortalizas de frutas (como tomates y pepinos) que las personas que dormían poco, y más verduras de hojas verdes y hortalizas de frutas que las que dormían mucho tiempo.

En lo que respecta a la fruta, los investigadores encontraron que las personas que dormían normalmente comían más bayas y otras frutas frescas y enlatadas en comparación con las personas que dormían poco, mientras que la única diferencia significativa entre las personas que dormían poco y las que dormían mucho era el consumo de manzanas.

Esto sugiere que no todas las frutas y verduras son iguales cuando se trata de promover un sueño saludable. Consumir bayas, verduras de hojas verdes y hortalizas de frutas puede ser especialmente beneficioso para garantizar que pueda dormir esas preciadas entre 7 y 9 horas.

La pieza proteica del rompecabezas

Si bien este estudio se centró específicamente en la ingesta de frutas y verduras, es importante recordar que una dieta verdaderamente equilibrada también incluye fuentes saludables de proteínas. Y cuando se trata de promover un mejor sueño, no todas las proteínas son iguales.

Las carnes orgánicas alimentadas con pasto, como la carne de vaca, el pollo y el pavo, son excelentes fuentes de triptófano, un aminoácido esencial para la producción de serotonina y melatonina, dos neurotransmisores que desempeñan un papel clave en la regulación del sueño.

Estas proteínas de alta calidad también son ricas en otros nutrientes que favorecen el sueño, como vitamina B12, hierro y zinc.

Entonces, si bien es importante consumir frutas y verduras, no olvide incluir una porción moderada de carne orgánica alimentada con pasto en sus comidas para lograr un enfoque completo de una nutrición que favorezca el sueño.

La conclusión

Si ha estado luchando por dormir lo suficiente y con calidad, podría ser el momento de examinar más de cerca su dieta.

Si apunta a la ingesta diaria recomendada de frutas y verduras (es decir, de 400 a 800 gramos, o alrededor de 5 a 10 porciones por día), podría estar en la pista hacia un sueño más reparador.

(Y no olvide el poder de las proteínas: incorporar carnes orgánicas a sus comidas puede proporcionar un impulso adicional de nutrientes que promueven el sueño).

Por supuesto, la dieta es solo una pieza del rompecabezas del sueño. El ejercicio regular, el manejo del estrés y una buena higiene del sueño (como mantener un horario constante al acostarse y crear un ambiente relajante para dormir) también son cruciales para garantizar que usted obtenga el descanso que necesita.

Pero al hacer cambios pequeños y sostenibles en sus hábitos alimenticios, como agregar una porción adicional de bayas a su desayuno o cambiar los refrigerios procesados por palitos de zanahoria y rodajas de pepino, podría estar dando un gran paso hacia un mejor sueño y una mejor salud en general.

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