La líquida verdad: su licuadora podría ser su enemigo
Los zumos parecen la solución perfecta: una bebida rica que contiene todas esas frutas y verduras que sabemos que deberíamos comer.
Pero he aquí la sorprendente realidad: ese zumo podría no ser la fuente de nutrientes que usted cree que es.
La ilusión del jugo
Dejemos una cosa en claro: si comparamos un vaso de jugo fresco con una lata de refresco, entonces sí, el jugo gana sin lugar a dudas.
Pero si hablamos de tomar zumos frente a comer frutas y verduras enteras, es posible que le sorprenda saber lo que está dejando atrás.
Cuando exprime frutas y verduras, básicamente está eliminando uno de sus componentes más valiosos: la fibra.
Esos “residuos” pulposos que quedan en el exprimidor y que después se tiran… ¡eso es justo lo que su cuerpo necesita!
La fibra no solo ayuda a mantener la regularidad intestinal, sino que es fundamental para la salud general. Ayuda a estabilizar el nivel de azúcar en sangre, a sentirse saciado y a promover una salud intestinal óptima.
No todas las calorías son iguales
Cuando elimina la fibra de las frutas y verduras, lo que queda principalmente es azúcar, agua y algunas vitaminas y minerales.
Ahora bien, el azúcar de la fruta no es mala en sí misma, pero sin la fibra que retarda su absorción, puede causar estragos en los niveles de azúcar en sangre.
Veamos un ejemplo: un vaso de zumo de naranja tiene más de 100 calorías, ninguna fibra y casi 25 gramos de azúcar.
Una naranja mediana, aproximadamente 60 calorías, 3 gramos de fibra y alrededor de 15 gramos de carbohidratos.
¿Ve la diferencia? En zumo está tomando más calorías y azúcar pero sin ninguna fibra saciante.
Además, probablemente necesitará exprimir varias naranjas para obtener ese vaso, lo que significa que estaría consumiendo mucha más fruta de la que consumiría si la tomara entera.
Por qué los zumos no reducirán su abdomen
Los zumos no son una solución para perder peso.
Recuerde que para perder peso es necesario quemar más calorías de las que consume. Sin fibra que le mantenga saciado, es más probable que coma en exceso más tarde durante el día.
Además, como vimos con nuestro ejemplo de la naranja, los jugos suelen contener más calorías que los alimentos enteros. Por lo tanto, ese “saludable” zumo en realidad podría estar aumentando su ingesta calórica diaria, no reduciéndola.
Ahora bien, no digo que tenga que tirar a la basura su exprimidor o renunciar a los zumos para siempre. Pueden ser un capricho divertido y refrescante. Pero si busca maximizar su nutrición y controlar su peso, las frutas y verduras enteras son la mejor opción.
Tienen fibra, que es más saciante, estabiliza el azúcar en sangre y promueve la salud intestinal.
Le ayudan a comer más lentamente, de manera más consciente y a sentirse más satisfecho.
Tienen menor densidad calórica, por lo que es probable que consuma menos calorías comiendo alimentos enteros en lugar de bebiéndolos.
Algunos nutrientes se absorben mejor cuando se consumen con la fibra natural de la fruta o verdura.
Si busca una alternativa a comer frutas y verduras enteras, considere mezclarlas en un batido en lugar de hacerlas zumo. De esta manera, conservará intacta toda esa valiosa fibra.
Pero recuerde, nada supera el poder nutricional de comer frutas y verduras en su forma natural y entera.