Aromas navideños… ¿o peligros invisibles?
La Navidad ya está aquí y con ella llegan las tradiciones festivas: luces brillantes, comidas deliciosas y esos acogedores olores de temporada.
Canela, jengibre, caramelo salado, pino, chimenea… las velas y ambientadores con aromas navideños están de moda y aportan calidez y nostalgia a nuestros hogares.
Pero por muy reconfortantes que sean, ¿alguna vez se ha parado a pensar si los aromas que evocan el espíritu de la Navidad podrían estar haciendo más mal que bien?
Resulta que esas velas y ambientadores tan hogareños podrían estar contaminando el aire de su hogar con peligros ocultos…
Encender velas aromáticas, quemar barritas de incienso o incluso utilizar ambientadores en aerosol introduce en su hogar compuestos orgánicos volátiles (COV), partículas finas e incluso gases tóxicos como el monóxido de carbono.
De hecho, una sola vela aromática en una habitación mal ventilada puede elevar los niveles de partículas hasta 15 veces el límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Impactos ocultos en la salud
Además estos contaminantes permanecen en el aire mucho tiempo después de que la llama de la vela se haya apagado, lo que puede provocar irritación en los ojos, la nariz y la garganta, o incluso afecciones a largo plazo como enfermedades cardíacas, asma y cáncer de pulmón.
Y aunque podamos pensar que las fragancias “naturales” son más seguras, los expertos advierten que incluso éstas pueden liberar contaminantes dañinos cuando se queman.
Las velas aromáticas y las varillas de incienso no solo son un peligro para la salud; también son sorprendentemente potentes.
Los estudios han demostrado que quemar incienso puede producir cuatro veces más contaminación por partículas que fumar un cigarrillo del mismo peso. Incluso el atractivo parpadeo de una vela perfumada puede emitir carbono negro, un factor que contribuye a los problemas respiratorios.
La exposición prolongada a estos contaminantes puede provocar:
- Problemas respiratorios como tos o empeoramiento de los síntomas del asma.
- Efectos cognitivos, incluida una menor claridad mental después de una exposición a corto plazo.
- Riesgo de cáncer por sustancias químicas como el benceno, los ftalatos y el formaldehído
Estos riesgos pueden ser especialmente preocupantes en espacios pequeños y cerrados, como baños o dormitorios, donde la concentración de compuestos nocivos puede dispararse.
Haga que su hogar sea más saludable esta temporada
¿Le encantan los aromas de temporada pero quiere mantenerse a salvo? Aquí tiene cómo disfrutar de las fragancias festivas navideñas y minimizar los riesgos:
- Ventile el espacio: siempre abra las ventanas o asegúrese de que las rejillas de ventilación no estén bloqueadas antes de encender velas o usar ambientadores, especialmente en habitaciones pequeñas.
- Solo en espacios grandes: use productos perfumados en habitaciones grandes, como salas de estar, donde los contaminantes pueden dispersarse más fácilmente.
- Evite apagar las velas en espacios interiores. Al apagarlas, llévelas afuera, pues la mayor parte del humo se libera en ese momento.
- Limite su uso: úselas solo esporádicamente y opte por opciones que no quemen, como difusores de aceites esenciales (pero evite en cualquier caso también usarlos en exceso).
Los productos perfumados pueden ser agradables y en esta época festiva aportar un toque hogareño navideño, pero también pueden conllevar riesgos invisibles. Si no abusa y sigue los consejos previos, podrá mantener su hogar seguro durante las fiestas.