La amenaza silenciosa que se esconde en su despensa
Hemos hablado mucho sobre los alimentos ultraprocesados últimamente.
Desde el aumento de la inflamación hasta el aumento del riesgo de enfermedades crónicas, la evidencia se sigue acumulando. Y la conclusión es que estos alimentos son malas noticias para la salud.
Y una última investigación añade otra capa a la historia, una que afecta directamente a las personas mayores.
Un nuevo estudio relaciona las dietas ricas en alimentos ultraprocesados con los depósitos de grasa en los muslos, lo que debilita los músculos que protegen las articulaciones de las rodillas. Y si alguna vez ha sentido el dolor agudo de la OSTEOARTRITIS, sabe lo crucial que es tener articulaciones sanas para mantenerse activo e independiente.
Cómo afectan los ultraprocesados a los músculos y las articulaciones
Patatas fritas, refrescos, cenas congeladas y todos esos platos cómodos, fáciles y que a veces se nos antojan.
Su cara amarga es que están repletos de aditivos como potenciadores del sabor, azúcares refinados y grasas trans, que causan estragos en el cuerpo.
En un estudio presentado en la Sociedad Radiológica de Norteamérica, los investigadores analizaron imágenes por resonancia magnética de más de 600 participantes con una edad promedio de 60 años. Descubrieron una fuerte correlación entre el consumo de alimentos ultraprocesados y los depósitos de grasa intramuscular en los muslos.
Estos depósitos son más que simplemente cosméticos: reemplazan las fibras musculares, reduciendo la fuerza necesaria para sostener y proteger las articulaciones.
¿Las consecuencias?
Los músculos débiles ya no pueden hacer su trabajo, lo que deja vulnerable el cartílago de la rodilla. Con el tiempo, esto puede provocar el desarrollo y la progresión de la osteoartritis, una afección que ya es común entre las personas mayores.
Piense que los muslos juegan un papel clave en la estabilización de las rodillas, especialmente cuando usted se mueve, se agacha o sube escaleras.
Cuando el músculo es reemplazado por grasa, las piernas pierden su capacidad de absorber el impacto y proteger el cartílago. Este debilitamiento del soporte contribuye a la inflamación crónica de las articulaciones y al deterioro del cartílago, características distintivas de la osteoartritis.
Según los expertos, incluso si se es físicamente activo o controla su consumo de calorías, el consumo de ultraprocesados puede erosionar silenciosamente la fuerza muscular con el tiempo. Y eso no es todo: los ultraprocesados están relacionados con una mayor resistencia a la insulina y una inflamación crónica, lo que agrava el daño a las articulaciones.
La buena noticia…
Afortunadamente, los músculos pueden regenerarse y recuperar fuerza con la dieta adecuada. Al sustituir los alimentos ultraprocesados por alimentos integrales ricos en nutrientes, fortalece su cuerpo para curarse y retrasar la progresión de la osteoartritis.
Los alimentos que favorecen la salud muscular y reducen la inflamación incluyen verduras de hoja verde, proteínas magras, grasas saludables y granos integrales.
Combinando una buena dieta con ejercicio regular de bajo impacto, como natación o yoga, puede recuperar fuerza, proteger sus articulaciones y recuperar movilidad.
Después de todo, mantenerse activo es uno de los mejores regalos que puede hacerse.
Y por cierto…