¿Qué tal oye usted?
Por qué hacerse una prueba de audición puede ayudar a su salud
Hay una prueba súper fácil de hacer, que lleva solo unos minutos, no requiere agujas y no duele nada.
Un mal resultado no lleva a tomar más medicamentos ni a someterse a pruebas o procedimientos invasivos.
Y, sin embargo, muchas personas la evitan a toda costa… ¡especialmente quienes más la necesitan!
Pero usted seguro que querrá hacerse esta prueba lo antes posible cuando lea lo que voy a contarle. Y es que una nueva investigación revela cómo esta prueba podría proporcionarle una ventaja frente al declive, la enfermedad y la muerte.
¿Podría esta prueba predecir su futuro?
¿Qué tipo de prueba puede lograr todo esto en solo 30 minutos? Se trata de una prueba de audición.
A nadie le gusta admitir que está envejeciendo, y nada dice tanto acerca de “hacerse mayor” como llevar un audífono. Sospecho que por eso muchas personas mayores prefieren subir el volumen del televisor a hacerse una prueba de audición.
Pero hay mucho más en juego que una pelea con su pareja por el mando a distancia. En cierto modo, su futuro está en juego.
Así lo revela un nuevo estudio realizado por la Columbia University Mailman School of Public Health publicado en Social Science and Medicine. Se llevó a cabo con 3.000 personas mayores y revela que las personas con pérdida de audición leve o moderada tienen más probabilidades de tener problemas en pruebas básicas de función física como el equilibrio, la marcha y la velocidad al caminar.
Y estos tres indicadores se consideran clave de un envejecimiento saludable y una buena función física.
Cuando empiezan a fallar, suele producirse un declive más rápido, que incluye:
- Deterioro cognitivo
- Problemas cardiovasculares
- Fragilidad física
- Muerte
Puede que no parezca que haya una relación directa entre la audición y todo eso. Pero existen varias razones para que se dé ese vínculo.
Por ejemplo, la pérdida de audición suele hacer que los mayores dejen de salir a la calle, dejen de quedar con amigos… lo que provoca aislamiento, depresión y menos actividad física.
La pérdida de audición puede incluso provocar cambios en el propio cerebro. Las partes que no se utilizan pueden empezar a debilitarse (en este caso, las áreas implicadas en la captación e interpretación del sonido). Dado que esas mismas regiones también desempeñan un papel clave en la cognición, también se puede deteriorar.
Pero el simple hecho de someterse a una prueba y de empezar a llevar un audífono si es que lo necesita, puede ayudar a invertir al menos parte de la tendencia, así que no rehúya esta prueba básica.
Y, si supera la prueba, no baje la guardia.
Tome medidas para proteger y preservar el oído, de modo que no se encuentre con estos problemas en el futuro.
El glutatión, el resveratrol y el aceite de pescado no solo ayudan a proteger la audición, sino que también combaten otros efectos del envejecimiento, por lo que son excelentes opciones para cualquier persona mayor de 60 años.