El marcador que detecta la EII (Enfermedad Inflamatoria Intestinal) 8 AÑOS antes del diagnóstico
La EII (Enfermedad Inflamatoria Intestinal) en realidad no es una enfermedad. Es el término que engloba la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.
AMBAS son bastante terribles y, actualmente, incurables.
La EII causa estragos en el tracto gastrointestinal, provocando inflamación crónica y una serie de síntomas, como un dolor punzante en el estómago, dolores de estómago persistentes, diarrea, calambres, pérdida de peso… junto con la repentina y frenética necesidad de correr al cuarto de baño ANTES de que sea demasiado tarde.
Por supuesto, una vez que los síntomas de la EII se manifiestan, el diagnóstico no tarda en llegar.
Pero el estudio del que quiero hablarle hoy, llevado a cabo por investigadores del Francis Crick Institute de Londres y la Aalborg University de Copenhague, encontró que las semillas de la EII pueden echar raíces mucho antes de que sus síntomas hagan su grandiosa y muy desagradable aparición.
Después de comparar datos de salud, de una década, de 20.000 pacientes con EII y 4,6 millones de personas sanas, los investigadores hicieron un descubrimiento importante.
Los análisis de sangre revelaron que los pacientes diagnosticados posteriormente con EII habían experimentado cambios en sus niveles de minerales, células sanguíneas y marcadores de inflamación a lo largo de los años…
Y algunos de estos cambios aparecieron AÑOS antes del diagnóstico.
Pero uno en particular destacó: el aumento de la calprotectina fecal, una molécula liberada en respuesta a la inflamación.
Actualmente utilizada como marcador de problemas intestinales, la calprotectina fecal prácticamente anuncia la presencia de EII; no ahora, pero sí en un futuro lejano.
Y quiero decir REALMENTE lejano.
De hecho, este marcador apareció hasta ocho años ANTES de que se diagnosticara la enfermedad de Crohn… y tres años antes de que se diagnosticara colitis ulcerosa.
UN MEJOR enfoque
Y la perspectiva de poder detectar la EII mucho antes de que aparezcan los síntomas puede marcar una GRAN diferencia en nuestro enfoque de tratamiento actual, que por supuesto se centra en los medicamentos.
Y ESO sería algo, porque los medicamentos para la EII pueden tener efectos secundarios graves, como náuseas, problemas renales, anemia, sangre en orina e, irónicamente, incluso PEORES dolores de estómago.
Además, estos medicamentos pueden interactuar mal con OTROS medicamentos habituales, como anticoagulantes, AINE (medicamentos antiinflamatorios no esteroides) y antiácidos.
Le mantendré al tanto sobre cualquier actualización de esta herramienta de diagnóstico. Pero mientras tanto, NUNCA deje de tomar ningún medicamento que le hayan recetado sin hablar primero con su médico. Pero hable también con él si tiene dudas sobre su tratamiento o quiere optar por otros enfoques.