La elección dietética que parece prevenir la esclerosis múltiple
Para quienes viven con esclerosis múltiple (EM), cada día es una batalla.
Esta enfermedad inflamatoria crónica y autoinmune del sistema nervioso central puede causar una amplia gama de síntomas debilitantes, desde alteraciones sensoriales y deficiencias visuales hasta falta de coordinación e incluso parálisis.
Es la enfermedad neurodegenerativa más común entre los adultos jóvenes, y a menudo ataca durante la flor de la vida, entre los 20 y los 40 años. Es una condición que puede privar a las personas de su independencia, sus carreras y su calidad de vida.
Pero, ¿qué pasaría si un simple cambio en el estilo de vida pudiera ayudar a reducir el riesgo de desarrollar esclerosis múltiple?
Bueno, pues según un nuevo e innovador estudio, la respuesta puede estar en algo tan simple como lo que pone en su plato.
La conexión Dieta-EM
Investigadores de la Università del Piemonte Orientale en Novaro, Italia, han descubierto un vínculo fascinante entre la dieta y el riesgo de esclerosis múltiple.
Al analizar datos del Biobanco del Reino Unido, una de las bases de datos biomédicas más grandes disponibles actualmente, descubrieron que una dieta saludable rica en alimentos integrales y pescado graso puede ayudar a mantener a raya la EM.
El estudio, publicado en la revista Nutrients, siguió a casi 500.000 residentes del Reino Unido de entre 40 y 69 años durante un promedio de 12 años. Durante este tiempo, se identificaron 478 casos de esclerosis múltiple entre los participantes.
Cuando los investigadores profundizaron en los hábitos alimentarios de los participantes, descubrieron algunos patrones intrigantes.
Las personas que seguían más estrechamente una dieta de estilo mediterráneo, que prioriza alimentos como frutas, verduras y cereales integrales, tenían un menor riesgo de desarrollar EM.
Pero quizás lo más sorprendente es que el estudio encontró que comer pescado graso solo una vez a la semana parecía proteger más contra la esclerosis múltiple que un consumo más frecuente.
El factor del pescado graso
¿Por qué el pescado graso ayuda a prevenir la esclerosis? La respuesta está en su perfil nutricional único.
Los pescados grasos, como el salmón, la caballa y las sardinas, son ricos en ácidos grasos omega-3, que tienen potentes propiedades antiinflamatorias. La inflamación es un factor clave en esta enfermedad, ya que la afección hace que el sistema inmunológico ataque la capa protectora que rodea las fibras nerviosas, lo que provoca daños y disfunción.
Al incorporar pescado graso a su dieta de forma regular, puede ayudar a controlar esta inflamación y reducir el riesgo de desarrollar esclerosis múltiple.
Y lo mejor es que no es necesario exagerar: el estudio encontró que comer pescado graso solo una vez a la semana protegía más que un consumo más frecuente.
La conexión intestino-cerebro
Pero los beneficios de una dieta saludable para la prevención de la esclerosis múltiple van más allá del consumo de pescado graso. Los investigadores detrás del estudio del Biobanco del Reino Unido creen que la salud intestinal puede desempeñar un papel crucial en el desarrollo de esta afección neurológica.
Investigaciones anteriores sugieren que existe una interacción compleja entre el intestino y el cerebro, conocida como eje intestino-cerebro. Un entorno intestinal proinflamatorio, que puede verse influenciado por la dieta, puede aumentar el riesgo de neuroinflamación y, en consecuencia, de esclerosis múltiple.
Al centrarse en una dieta rica en alimentos integrales no procesados y limitada en opciones proinflamatorias (como carnes procesadas y azúcares añadidos), está contribuyendo a promover un entorno intestinal más saludable y, a su vez, un cerebro más saludable.
Si bien no existe una forma segura de prevenir la EM, realizando cambios sencillos en su dieta es posible que pueda dar un paso proactivo para proteger su salud neurológica.
Algunas formas sencillas de incorporar las lecciones de este estudio en su vida diaria incluyen:
- Comer pescado graso, como salmón o sardinas, al menos una vez a la semana.
- Llenar su plato con una variedad de coloridas frutas y verduras en cada comida.
- Elegir cereales integrales en lugar de carbohidratos refinados.
- Limitar el consumo de carnes procesadas y azúcares añadidos.
- Mantenerse hidratado bebiendo abundante agua durante todo el día.
Por supuesto, la dieta es solo una pieza del rompecabezas de la prevención de la esclerosis. Otros factores relacionados con el estilo de vida, como mantener un peso saludable, no fumar y hacer ejercicio con regularidad, también son importantes para reducir el riesgo.
Pero no se puede subestimar el poder de una dieta saludable. Al nutrir su cuerpo con los alimentos adecuados, podrá tener la mejor oportunidad posible de tener un futuro libre de esclerosis múltiple.
Es un paso simple, pero que podría marcar la diferencia.
Si quiere saber más en relación a la esclerosis múltiple, en estos e-Tips de Salud anteriores hablé de ello y encontrará otros buenos consejos:
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