[NOVEDAD] El riesgo de padecer párkinson está relacionado con la salud intestinal
Quienes me leen habitualmente ya saben que el intestino es el centro de la salud. Una mejor salud intestinal puede:
- Ayudarle a perder peso (sin esfuerzo).
- Mejorar el estado de ánimo.
- Limpiar las arterias.
- Combatir cualquier enfermedad, desde un resfriado hasta el cáncer.
- Y mucho más.
Un nuevo descubrimiento me ha interesado de forma personal.
Verá, llevo más de una década luchando contra la enfermedad de Parkinson.
He podido controlarla gracias a la dieta Paleo, la práctica de ejercicio y algunos complementos nutricionales fundamentales.
Desde luego, si no se ha podido evitar la enfermedad, tratarla de esta forma es la mejor opción.
Pero lo que han revelado las investigaciones más recientes es que, al menos en algunos casos, el párkinson puede evitarse.
Es más, solo se necesitan dar unos cuantos pasos sencillos para poder posiblemente impedir que el párkinson llegue a tomar el control.
Amigos míos, si puedo ayudar a una SOLA PERSONA a evitar esta enfermedad, todo habrá merecido la pena.
La manera de hacerlo está directamente relacionada con la salud intestinal.
En un estudio revolucionario se consiguió evitar el 10% de los casos de párkinson. Eso significa que el 10% de las personas pueden evitar que esta enfermedad autoinmune aparezca.
Me explicaré.
En realidad, la causa de alrededor del 10% de los casos de párkinson es una mutación genética en la codificación de los genes de proteínas como PINK1 y Parkin (también conocido como gen Parkin 2 RBR). Las personas con esta mutación acaban desarrollando párkinson a una edad mucho más temprana.
Sin embargo, en modelos con ratones estas mismas mutaciones nunca han provocado los síntomas de la enfermedad, lo que hizo a muchos investigadores llegar a la conclusión de que no se pueden utilizar ratones para estudiar el párkinson.
Ahora, todo ha cambiado.
Porque en el nuevo estudio, los científicos han detectado una DIFERENCIA FUNDAMENTAL entre los ratones utilizados en los estudios y la vida real de las personas.
Verá, los ratones de laboratorio viven en un entorno sin microbios.
Compárelo con el intestino humano, que interactúa con numerosos microorganismos, como las bacterias.
Pues bien, por primera vez los investigadores llevaron a cabo una prueba que cambió todo: utilizaron bacterias que provocan síntomas intestinales leves a los ratones de laboratorio que representaban la población humana con la mutación causante del párkinson.
Como era de esperar, más adelante la mutación desencadenó los síntomas del párkinson en estos animales.
Para este 10%, prevenir la inflamación intestinal a una EDAD TEMPRANA significa prevenir el párkinson a una EDAD MÁS AVANZADA.
Y, por supuesto, voy a enseñarte cómo prevenir la inflamación.
Cómo acabar con el párkinson antes de que aparezca
El mejor punto de partida es eliminar todo el azúcar que pueda de su dieta.
Verá, en los intestinos existen principalmente dos tipos de bacterias: las “buenas” y las “malas”.
Cuando se toma azúcar o alimentos como pan, pasta y arroz, estos carbohidratos alimentan las bacterias malas del intestino. Eso les permite hacerse con el mando y expulsar a las bacterias buenas.
Cuando esto ocurre, se denomina disbiosis y es la causa primordial de muchas enfermedades.
Así que elimine el azúcar y eliminará la fuente de alimentación de las bacterias malas, que empezarán a desaparecer.
Pero no basta con ello.
También tiene que ayudar a las bacterias buenas a multiplicarse y RECUPERAR el espacio del que las expulsaron las otras bacterias. Hay dos modos de hacerlo:
- Tomar mucha fibra con la alimentación.
- Tomar un probiótico de calidad.
La fibra es el alimento preferido de las bacterias buenas. Tomándola contribuirá a garantizar que ganen la batalla a las bacterias malas y a mantener a estas (y también a la inflamación) a raya.
Además, si toma un probiótico con numerosas cepas y MILES DE MILLONES de UFC (unidad formadora de colonias), da el pistoletazo de salida al proceso de sustitución de las malas bacterias por las buenas.
Cabe destacar que ingerir alimentos fermentados (como chucrut, kimchi y yogur) proporciona una cantidad aún mayor de probióticos y cepas.