No confíe de todas las cápsulas de aceite de pescado
Hay una razón por la que las grandes compañías farmacéuticas y la medicina natural siempre están en desacuerdo Y es que las farmacéuticas no pueden patentar plantas ni alimentos.
Así que, cuando topan con remedios DEMOSTRADOS como el aceite de pescado, no hay NADA que puedan hacer al respecto… ¡al menos no deberían hacerlo!
Pero dado que los omega-3 son uno de los complementos nutricionales más efectivos y populares de la historia, no pueden tolerar no coger su pedazo del pastel.
Así que se les ocurrió un FRAUDE, ¡y quieren que los consumidores lo paguen!
Aceite de pescado falso AL DESCUBIERTO
Encontraron el modo de sacar tajada. Para ello fabricaron y patentaron en Estados Unidos un aceite de pescado sintético llamado Lovaza, una falacia que es una mezcla de múltiples fuentes de omega-3 falsos en una dosis enorme.
¡Y la Asociación Americana del Corazón (AHA) lo aprobó!
La AHA afirmó que medicamentos como Lovaza son una forma segura y efectiva de reducir los triglicéridos cuando también se llevan a cabo cambios en la dieta y el estilo de vida.
Obviamente, ¿quién puede decir si las mejorías en la salud se deben a este medicamento o a los cambios en la dieta y el estilo de vida?
Más importante aún, el medicamento viene con una serie de efectos secundarios. Y además… ¡es caro!
En su lugar, puede obtener los mismos resultados, sin los efectos secundarios, tomando aceite de pescado REAL.
Si lleva leyendo ya un tiempo mis e-Tips de Salud sabrá que no paro de alabar los beneficios de los ácidos omega-3.
Estos ácidos grasos, que combaten la inflamación y que se encuentran principalmente en los pescados grasos y otras especies marinas, son “super estrellas” cuando se trata de su salud.
En un estudio realizado en Canadá, los investigadores utilizaron ratones genéticamente predispuestos a desarrollar un tipo agresivo de cáncer de mama y los alimentaron o bien con aceite de pescado o bien con aceite de linaza o bien con un complemento de control.
Después de cinco meses, los ratones que tomaron aceite de pescado tenían un 30% menos de tumores cancerosos que los del control, y los tumores que desarrollaron eran un 70% MÁS PEQUEÑOS.
Y, como señalaron los investigadores, los omega-3 que se encuentran en el pescado también son beneficiosos para otros tipos de cáncer.
La clave es DAR CON LOS AUTÉNTICOS.
Cuando se toma un trozo de pescado o un complemento de aceite de pescado de calidad, obtiene directamente el EPA y el DHA que su organismo necesita.
Para obtener la cantidad de omega-3 equivalente a la que se usó en el estudio y ver reducido su riesgo de cáncer, todo lo que necesita su salud es tomar dos o tres porciones de pescado rico en omega-3 cada semana.
El pescado graso de aguas frías como el salmón, la caballa y las anchoas son las mejores opciones, y las variedades salvajes también contienen estos ácidos grasos en mayor cantidad que las variedades cultivadas en piscifactorías.
Si va a tomar un complemento nutricional de omega 3, asegúrese de buscar aquellos libres de mercurio y de policlorobifenilos (PCB).