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[INCREÍBLE] Una forma “luminosa” de evitar un infarto

El temido infarto. Un dolor repentino que brota en su pecho, viaja hasta su brazo… y cambia su vida.

Si ha sobrevivido a un ataque cardíaco, o si está en alto riesgo de sufrir el primero, DEBE seguir leyendo.

Y es que hoy le traigo una estrategia que puede empezar a hacer de inmediato para ayudar a que no vuelva a sucederle. Es muy sencilla y sorprendente.

Cómo curar un corazón infartado

Cuando se ha sufrido un ataque cardíaco, el corazón queda dañado; de hecho, el 75% de las muertes cardíacas repentinas ocurren en personas que han tenido al menos un infarto previo.

Bueno, eso puede sonar como una sentencia de muerte, pero no es así…

¡Hay algo que puede hacer para reducir DRÁSTICAMENTE ese riesgo!

Investigaciones recientes revelan una forma notable de mejorar la salud del corazón y reducir el riesgo de problemas cardíacos recurrentes.

Un estudio realizado en la Universidad de Colorado y publicado en la revista Cell Reports puso de relieve que en los ratones de laboratorio a los que se les había provocado un infarto de miocardio y fueron expuestos a la luz intensa, el ataque cardiaco fue bien superado y la cantidad de tejido miocárdico recuperado fue mayor.

Esta experiencia ya era previamente conocida, pero en este trabajo los autores pudieron determinar que los efectos de la luz intensa se centran en el gen PER2, que protege la capa más interna de las arterias, el endocardio, encargado de producir sustancias que regulan el funcionamiento del aparato cardiovascular.

Los investigadores también descubrieron que la luz solar a través de complejos mecanismos de regulación circadiana que regula el ciclo luz/oscuridad, reduce los niveles de triglicéridos en sangre, unas gasas perjudiciales para el corazón, y aumentan la sensibilidad a la insulina, lo que mejora el metabolismo de los hidratos de carbono.

Estos efectos observados en los ratones sobre el gen PER2 han podido también ser observados en humanos voluntarios a los que se les expuso durante cinco mañanas seguidas a una luz intensa durante media hora cada vez.

Los hallazgos sugieren que, si la terapia de luz se administra regularmente después de un ataque cardíaco, podría tener un gran efecto protector ante el riesgo de sufrir un nuevo infarto.

En otras palabras, si está sufriendo un SEGUNDO ataque, el haberse expuesto antes a la luz, tras el primer infarto, puede ayudarle a mantener su corazón latiendo incluso cuando se supone que debería detenerse.

La misma idea es aplicable a las personas que van a someterse a una cirugía cardíaca, o incluso a aquellas con cardiopatías en general.

Por supuesto, el sol es la MEJOR forma de obtener esa luz intensa. Además de los beneficios para su corazón, también obtendrá una gran cantidad de vitamina D que beneficia la salud.

Pero si vive en una zona con poca luz o tiene un estilo de vida en el que simplemente no puede salir 15 minutos a que le dé el sol, considere una caja de luz (también conocidas como lámparas para fototerapia).

Ya hemos visto muchas investigaciones que respaldan la terapia de la caja de luz como una excelente manera de:

  • Vencer la depresión.
  • Restaurar los niveles de energía.
  • Aumentar la testosterona.
  • Y otros.

¡Ahora podemos incluir la prevención de infartos en esa impresionante lista!

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