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El remedio para el dolor de espalda que el 90% de los médicos IGNORA

Un cuarto de la población en España sufre dolor de espalda, y es la cuarta causa de incapacidad temporal en España y la principal causa de discapacidad en el planeta.

Amigo, esa estadística altísima no me sorprende; después de todo, una vez que se llega a cierta edad, un simple estornudo podría dejarle a uno doblado.

Pero visite a su médico si tiene dolor de espalda y lo más probable es que le recete algo que no solo tiene ENORMES riesgos y POCAS posibilidades de éxito… sino que va EN CONTRA de las pautas clínicas.

Peor aún, incluso podría volverse DEPENDIENTE de ello.

Es por eso que voy a hablarle de un tratamiento no farmacológico que es muy conocido y que es realmente recomendable para el dolor de espalda, para ayudarle a restaurar su calidad de vida sin riesgos. Y debería ser la primera opción, lo que no ocurre.

Contra la corriente

Los médicos quieren ayudar a sus pacientes a sentirse mejor rápidamente. Por eso, cuando se trata de dolor de espalda, muchos médicos convencionales, al menos en Estados Unidos, recetan medicamentos opioides como una “solución rápida”.

El problema es que eso ni siquiera es lo que recomiendan los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, la agencia nacional de salud pública de Estados Unidos).

Las pautas de los CDC incluyen el uso de intervenciones no farmacológicas y farmacológicas no opioides para controlar el dolor crónico. Los opioides SÓLO deben usarse como último recurso, en todo caso.

Pero un estudio de 162.000 personas mayores con dolor lumbar reveló que los médicos recetaban opioides de todos modos, desde el principio.

A uno de cada CUATRO pacientes les fueron prescritos durante su primera visita a la consulta médica y, si regresaron para una segunda visita, el número saltó a uno de cada TRES.

Amigo, los opioides pueden brindar un alivio rápido… pero NO funcionan mejor que otras opciones, incluidas las pastillas para el dolor de venta libre.

Y, por supuesto, los opioides son ALTAMENTE adictivos, incluso cuando se toman según las indicaciones. Es por eso que el número de sobredosis y muertes relacionadas con opioides se ha disparado en Estados Unidos, pero es un fenómeno creciente también en otros lugares.

Eso es una enorme tragedia… especialmente porque la mayoría de los médicos IGNORAN una de las pautas clínicas clave para el dolor de espalda…: la fisioterapia.

Fisioterapia

Cuando se prescribió como primera opción, la fisioterapia mejoró la funcionalidad, disminuyó el dolor y redujo el uso de analgésicos, incluidos los opioides.

Pero los investigadores encontraron que los médicos recetaron fisioterapia a solo el 11% de los pacientes, y si ya estaban tomando opioides, no se les pautó EN ABSOLUTO.

Además, al 15% de los pacientes se les mandaron resonancias magnéticas y otras exploraciones por imágenes para una evaluación inicial de su dolor de espalda, una medida que también es CONTRARIA a las guías de buena práctica clínica.

Manos a la obra

Al final, los investigadores del estudio instan a los médicos a EVITAR los opioides y las exploraciones y en su lugar recetar fisioterapia y AINE (antiinflamatorios no esteroideos).

Bueno, aquí tengo algo que decir. Estoy de acuerdo con la primera parte. Después de todo, la fisioterapia, incluido el estiramiento básico, puede hacer maravillas con el dolor de espalda.

Pero los AINE también son una vía rápida hacia los problemas y pueden provocar trastornos estomacales, úlceras, problemas de sangrado y otros.

Por supuesto, como mencioné anteriormente, su médico quiere que se sienta mejor rápidamente.

Pero la fisioterapia no es una solución rápida. Pueden pasar algunas SEMANAS antes de que se sienta mejor. Pero siga con ello, porque no solo es más seguro, sino que también es más eficaz a largo plazo.

La actividad física también puede ayudar, junto con otras terapias no farmacológicas, como la acupuntura, la quiropráctica, el yoga y los masajes.

 

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