Un intestino enfermo puede reducir el apetito y la masa muscular en las personas mayores

Igual le ha pasado encontrarse con un conocido a quien no había visto en mucho tiempo y sorprenderse al descubrir lo débil, frágil y cansado que se había vuelto.

Una vez que superó el shock, probablemente pensó: “Eso nunca podría pasarme a MÍ”.

Pero la triste verdad es que PUEDE, y en MUCHO menos tiempo del que cree.

Porque a partir de los 30 años, puede perder entre un 3 y un 5% de masa muscular cada DÉCADA. Y se acumula, lo que significa que podría perder el 30% o MÁS de su masa muscular a lo largo de su vida.

Y antes de que se dé cuenta podría estar sufriendo afecciones relacionadas con la edad, como la sarcopenia, la enfermedad “desgastante” que afecta a tantas personas mayores.

Amigo, NADA puede destruir su calidad de vida más rápido que el desgaste. Pero, afortunadamente, la investigación revela algo que puede hacer ahora para ayudar a evitar ese destino en el futuro.

Tenga cuidado con lo que desea

¿Alguna vez deseó que su apetito simplemente desapareciera? De esa manera, no se sentiría tentado por todos esos alimentos poco saludables ¿y los kilos de más simplemente desaparecían de su cuerpo…

Bueno, su apetito PUEDE desaparecer… y ahí es cuando se da cuenta de lo vital que es para mantener su salud y bienestar. Verá, cuando no come, no solo pierde grasa no deseada.

Pierde músculos cruciales, lo que eventualmente puede provocar discapacidad física, pérdida de independencia, enfermedades e incluso la MUERTE.

Y ahora, un nuevo estudio reveló una causa oculta de la pérdida de apetito que a menudo conduce al “desgaste” en las personas mayores: la disbiosis intestinal. Ese término se refiere al crecimiento excesivo de bacterias “malas” en la microbiota intestinal.

El estudio encontró que la disbiosis intestinal es un problema común en las personas mayores y que puede abrir la puerta a problemas de salud aún PEORES.

Y eso incluye alterar hormonas como la grelina (conocida como “hormona del hambre”, que se segrega cuando el estómago está vacío) y la leptina (que es la hormona inhibidora del hambre), que le dicen cuándo COMER… y cuándo PARAR. Cuando estas hormonas que controlan el apetito cuelgan el cartel de “Fuera de servicio”, se dejan de recibir las señales correctas, incluidas las del hambre.

Como dije antes, eso SUENA como el sueño ideal de quien hace dieta.

Pero, en realidad, no tener hambre puede ser peligroso, especialmente para las personas mayores, que pueden comer mucho MENOS de lo que deberían.

Y eso incluye menos proteínas, lo que puede conducir directamente a la pérdida de masa muscular y al desgaste y la fragilidad que a menudo la acompañan.

Decisiones instintivas

Amigo, estoy seguro de que nunca conectó su apetito con las bacterias que viven en sus entrañas.

Pero proteger la salud, el equilibrio y la diversidad de su microbiota intestinal no solo es beneficioso para ayudar a mantener tanto el apetito como la masa muscular, sino para otras muchas cosas. Por ejemplo, también puede fortalecer su inmunidad... y mejorar su salud en general.

Aquí hay cuatro pasos simples que puede dar para ayudar a mantener su microbiota intestinal activa y saludable:

1. Los probióticos aumentan directamente la cantidad de bacterias “buenas” en el intestino. Puede tomar un suplemento probiótico diario que contenga múltiples cepas bacterianas o comer alimentos fermentados, como yogur y chucrut.
2. No se olvide de los prebióticos, que ayudan a reconstruir el delicado equilibrio de las bacterias buenas en el intestino para facilitar una mejor salud. Están disponibles en forma de suplemento o al comer frutas y verduras ricas en fibra, como espárragos.
3. Filtre el agua potable para eliminar el flúor, el cloro y otras sustancias químicas nocivas que pueden destruir las bacterias intestinales.
4. Tome antibióticos solo cuando sea necesario. Estos medicamentos matan las bacterias que hacen enfermar, pero también eliminan las bacterias “buenas”.

P.D.: Lo que pasa en su intestino no se queda en su intestino… Y aquí puede conocer otro delicioso alimento que le viene muy bien a su microbiota.